
“El maíz no fue domesticado por el hombre, el hombre fue domesticado por el maíz”, se escucha decir a Carina Santiago, cocinera tradicional de Teotitlán del Valle, Oaxaca, en una escena del documental “Guardianes del Maíz”.
Dirigido por Gustavo Vázquez, con la producción Yira Vallejo y Jonathan Barbieri, se trata de un trabajo lleno de testimonios (en sus lenguas originarias) de familias ubicadas en Valles Centrales, la Sierra Mixteca Alta y Baja y la Chinantla oaxaqueña.
Todos, ejemplos del arduo trabajo en el campo, la preparación de la tierra, la siembra y la cosecha del maíz nativo, que inspiraron a este cineasta mexicano independiente, radicado en San Francisco. El resultado, un documental que tras ser presentado en varios festivales internacionales ganó el premio a mejor documental internacional en el Festival de las Naciones Indígenas Americanas, de Red Nation Film Festival.

“En Oaxaca y otros estados se tienen tradiciones que han permitido que el maíz esté vivo. Hay fiestas con danzantes, cultura culinaria, arte, todo está alrededor de él. Se mantiene, y como dice Ignacio Chapela, es la manera de asegurarnos de tener un alimento en el futuro”, menciona el director.
Este documental expone varios mensajes, cada uno pensado para contar una historia que busca acercarnos a una realidad que es la perpetuación de la semilla de maíz nativo y sus derivados.
El matrimonio de productores de “Guardianes del Maíz”, Yira y Jonathan, ha trabajado en estas comunidades mano a mano con cocineras, restauranteros, campesinos, creando una red viva de contactos con la que realizaron varias de las entrevistas que se ven a lo largo de la obra. Además de contar con las voces de expertos del maíz como Rafael Mier, los profesores Ignacio Chapela y Humberto Castro, productores y cocineras tradicionales como Pedro Montaño y Carina Santiago. Un ensamble tan diverso, como lo es el maíz.

“Hemos trabajado en Oaxaca desde hace años, aquí se celebra La Feria de Agrobiodiversidad (Ejido Unión Zapata), lugar donde se reúnen cerca de 500 campesinos, no sólo oaxaqueños, incluso hay de otros estados y países, y se realiza el trueque como en antaño”, relata Jonathan.
En “Guardianes del Maíz” hay escenas de esta feria, opiniones diferentes entre científicos (perfectas para abrir debate), imágenes de celebraciones al maíz y rituales que dejan entrever cómo en esta comunidad se le ama, se le considera sagrado y es parte de ellos.
Así mismo, se incluye información de las diferencias entre maíz nativo, híbrido y transgénico.
Es una oda al trabajo de todas las personas que permiten la producción y difusión de este alimento. Un claro llamado de atención a cuestionar la calidad de la tortilla, la valorización de lo que implica el proceso del maíz y el efecto de la mala información en nuestra alimentación. Todo esto con el fin de llegar a la concientización del espectador.

“Hay una desconexión dentro de nuestro país de lo que es el maíz; tanto de la parte nutricional, como la sagrada, entonces para mí sería maravilloso que pudiera apreciarse y crear empatía y agradecimiento a la gente del campo”, dice Yira.
La visión de Gustavo, Yira y Jonathan es optimista, quienes aprendieron mucho durante los tres años que se hicieron filmaciones, y coinciden que: “mostrar el conjunto de buenas prácticas puede llegar a garantizar un maíz de calidad”.
Finalmente esperan que, como toda obra de arte, “Guardianes del Maíz” dé paso a la conversación y, más importante, a la acción.
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