Desde 2010 el artista guatemalteco Alix Mendoza se ha inspirado en el maíz para sus obras. Según sus cuentas han sido en total 2 mil 29 pinturas que como eje emplean estos granos milenarios que, además de alimentarlo física, lo han hecho creativamente.
“Yo vengo de una población llamada San Juan La Laguna, al sur del Lago de Atitlán, que se considera uno de los más bellos en el mundo. Está a uno 170 kilómetros de Ciudad de Guatemala, un pueblo muy hermoso y donde hay muchos artistas”, describe Alix sobre su lugar natal.
“Es un pueblo muy pintoresco, muy creativo y con muchas ideologías, que ha sido un destino turístico por su naturaleza, arte y cultura”.
Estas características y el comenzar desde muy niño con su tío Gil Yojcom explorando la técnica “vista de pájaro”, que es un estilo muy propio de la región lleno de color y recuerdos de la infancia, fueron sus pininos.
“El arte es un universo amplio y con el paso del tiempo me fui a Guatemala a estudiar sobre él, que incluía aprender un poco de fotografía, dibujo, grabado y, obviamente, pintura, tomando una especialidad en escultura, arte que aún quiere seguir explorando.
Un concurso llamado Colores del Tiempo lo regresó a uno de esos recuerdos de la infancia. “Una descripción que mi abuelo Andrés hacía sobre los colores, y que pude concretar al ver una mazorca de maíz repleta de granos amarillos, blancos, rojos y negros… eso fue el inicio de esta historia”.
Alix no ha parado y sigue buscando cualquier material que le nutra sobre el enigma del maíz, desde lecturas como el Popol Vuh hasta esos despertares con su papá Germán, un orgulloso campesino que llevaba a sus hijos a cuidar los maizales de los zanates, evitando que estos pájaros se comieran las semillas de maíz o cuando era cosecha, los elotes.
“Comencé con bosquejos, y pensé que si hay luz hay color, y me di cuenta con el paso del tiempo que mucho de lo que pintaba se relacionaba o tenía una inspiración maya, o bien, giraba en el maíz”, cuenta el pintor de 32 años.
“Eso tiene lógica para mí, el maíz siempre ha estado en mi vida, crecí comiéndolo tres veces al día, cuidándolo como te contaba en las dos parcelas que tenía mi papá, y que aún trabaja”, añade.
Su última exposición fue el 21 de febrero, y aunque nunca ha expuesto en México espera hacerlo pronto.
“En Guatemala pude mostrar mi trabajo en la Fundación Rozas-Botrán, y tuve mi primera exposición personal en el 2019, en Tegucigalpa, llamada ‘Ija’tz’, que se traduce como semilla”.
No hace mucho pudo esculpir una mazorca en piedra caliza, casi de dos metros, que mostró también en Honduras.
“Ahora estoy trabajando una serie para tenerla lista por Semana Santa dedicada a 10 temas del maíz”, puntualiza sobre una festividad religiosa en la que participa ayudando a decorar los eventos de procesión.
El trabajo de Alix Mendoza lo puedes conocer más a fondo en su IG: @alixarte.
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