En los últimos días, consumidores, industriales de la masa y la tortilla, organizaciones civiles y funcionarios de gobierno han discutido sobre un posible aumento del precio en la tortilla de maíz.
Gran parte de las tortillas de maíz que se consumen en México se producen y distribuyen a través de las más de 110 mil tortillerías establecidas a lo largo del país. El insumo principal de estos establecimientos es el maíz, sin embargo, algunas tortillerías también emplean harinas de maíz nixtamalizado por lo que el anuncio del aumento de precios en este producto representaba una preocupación para estos establecimientos.
Gracias a la suma de buenas voluntades de la industria, asociaciones, la Secretaría de Economía y la Presidencia se logró frenar el aumento de los precios de las harinas de maíz, razón por la cual no existe justificación para incrementar los precios de la tortilla a nivel nacional.
Los representantes de la industria de la masa y la tortilla son conscientes de la gran importancia del producto que elaboran y comercializan, saben que la tortilla es un alimento esencial para las familias más necesitadas. Es por ello que invitan a todas las tortillerías del país a evitar en la medida de sus posibilidades el aumento de sus precios. Esta acción busca apoyar a las familias mexicanas en el contexto de la actual de crisis sanitaria, asegurando el acceso a un alimento nutritivo y de calidad.
La tortilla de maíz es el principal alimento de los mexicanos y, por lo tanto, aporta una proporción importante de la energía, las proteínas y el calcio de la población nacional. Las tortillerías tradicionales cumplen con una función muy importante para producir y comercializar este producto.
Rubén Montalvo Morales, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Producción de Masa y Tortillas agradeció la intervención de las autoridades para sensibilizar a las harineras y motivarlas a mantener sus precios. Gracias a ello, confía en que sus compañeros se sumarán a esta iniciativa en favor de las economías familiares.
Por su parte, Antonio de la Torre, presidente de la Unión Nacional de Industriales de la Masa y la Tortilla, apunta que las tortillerías son junto con los consumidores los principales afectados cuando se llevan a cabo incrementos de precio. Por lo que con este freno al aumento del precio de la harina confía en que las tortillerías del país seguirán comprometidas con la calidad y buena atención para sus clientes.
Sergio Jarquín, presidente del Consejo Rector de la Tortilla Tradicional Mexicana, aclara que no existe ninguna garantía respecto a cuánto tiempo mantendrán sus precios las empresas harineras. Asimismo, Juan Carlos Dávila Arteaga, presidente del Consejo de Administración de la Gran Alianza de Industriales de la Masa y Tortilla de México señala que es necesario que los tres niveles de gobierno diseñen un plan estratégico que ayude a paliar otras problemáticas que enfrenta esta industria, relacionadas con la correcta aplicación de la normatividad del sector, incentivos fiscales y laborales, así como temas ambientales.
Como consumidores podemos sumarnos a esta iniciativa apoyando a la economía nacional a partir de la compra y consumo de tortilla. Al hacerlo, estaremos fomentando la actividad de más de 100 mil tortillerías y la generación de miles de empleos vinculados con este sector, a la vez que promovemos una alimentación nutritiva y saludable.
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